El Universo está lleno de misterios y zonas que a día de hoy no dejan de sorprendernos, ya que en ellas se encuentran los secretos para entender mejor de dónde venimos, cómo comienza a formarse una estrella, o un planeta y por lo tanto empezar a comprender el origen de la vida misma.
La constelación de Orión
Desde la antigüedad, las constelaciones de estrellas han sido observadas por personajes históricos como por ejemplo Galileo, y comparadas con la forma de seres mitológicos y animales. Existen muchas constelaciones en el cielo, pero la constelación de Orión es de las más observadas debido a su facilidad para ser contemplada a simple vista desde la Tierra, incluso cuando el lugar donde vives tiene mucha contaminación lumínica.

Una constelación es un conjunto de astros brillantes visibles en el firmamento, que vistos en conjunto (y con algo de imaginación, por qué no decirlo) parecen formar una figura. Se encuentra a 1350 años luz de la Tierra, y la nebulosa de Orión forma parte de la constelación del mismo nombre.
¿Qué es una nebulosa?
Empecemos entendiendo qué es una nebulosa: una nube gigante de polvo y gas en el espacio. Residuos y material de construcción de estrellas, en pocas palabras. Estas existen ya sea por la explosión que a veces ocurre cuando una estrella muere y genera ese cúmulo de gases, o directamente son regiones donde comienzan a formarse nuevas estrellas.
Existen dos tipos de nebulosas: de emisión (son las que generan su propia luz) y de reflexión (son las que reflejan la luz de estrellas cercanas). La de Orión pertenece a ambas categorías y es por esa razón que es tan brillante.
Características de la nebulosa de Orión
La nebulosa de Orión, también conocida como Messier 42 (M42), es la zona de formación de estrellas más activa de nuestra galaxia. Es básicamente un criadero de estrellas, denominadas protoestrellas cuando están en esa etapa de su desarrollo.
La nebulosa de Orión tiene 24 años luz de diámetro, una masa 2.000 veces mayor que la del Sol y está formada sobre todo por hidrógeno. Tiene las estrellas más masivas entre las que destacan Rigel que tiene una luminosidad equivalente a 85,000 soles. Es de las estrellas más brillantes y fáciles de percibir desde nuestro planeta.
Recientemente, el telescopio espacial James Webb realizó una fotografía de la nebulosa de Orión, que es la más detallada hasta el momento. Los científicos aseguran que esto sirve para comprender cómo las estrellas transforman la nube de gas en la que nacen y estudiar cómo sucede la formación de los distintos cuerpos celestes. Ten en cuenta que el planeta en el que vivimos nació en un entorno similar a este. Por eso, observar cómo está compuesta esta nebulosa, cómo funciona y cómo se retroalimenta es clave para entender cómo nacen las estrellas y planetas.

Es fascinante notar este constante ciclo de la naturaleza donde la culminación de la vida de un astro (explosión de una estrella) da origen a otra. Esto sucede porque los mismos materiales de esas estrellas moribundas sirven para formar nuevas estrellas. De forma similar sucede en nuestro planeta, donde los seres vivos que mueren sirven como fertilizante para las plantas, o como alimento para otros animales, reiniciando así el ciclo de la vida.
Cómo observar la nebulosa de Orión
Como mencioné al inicio, esta nebulosa es la más fácil de observar. Por lo tanto, no es necesario un gigantesco telescopio espacial como el Webb para poder ver esta deslumbrante nube de estrellas.
Podemos contemplarla con unos buenos prismáticos pero lo mejor es hacerlo con un telescopio astronómico. Generalmente, los de tipo reflector, que son los mejores para ver estrellas, nebulosas y otros objetos de cielo profundo. En este artículo puedes ver una lista de los mejores telescopios para ver la nebulosa de Orión.
Cómo localizar la nebulosa de Orión en el cielo
Para poder ubicarla en el cielo tenemos que recordar que se encuentra dentro de la constelación de Orión que es una constelación de invierno en el hemisferio norte (ubicada al suroeste en el cielo) y de verano en el hemisferio sur (ubicada al noroeste en el cielo). También es importante saber en qué latitud te encuentras ya que la nebulosa se ve mejor desde latitudes de 85 y -75 grados. Para eso puedes googlear latitud de “nombre de tu ciudad”.
La constelación de Orión está formada por muchas estrellas que forman la figura del guerrero. Aunque sinceramente para ver a este personaje se requiere de mucha imaginación. Por eso me parece más sencillo primero encontrar a las tres estrellas alineadas llamadas Mintaka, Alnilam y Alnitak conocidas comúnmente como las Tres Marías o los Tres Reyes Magos.

Para asegurarte de que estás viéndolas y no las estás confundiendo con otras, puedes guiarte con la estrella Rigel que también es parte de la constelación y se encuentra en sentido sur a esa alineación de estrellas. Es fácil de notar porque es muy brillante. Si coinciden estos puntos de referencia entonces estás bien encaminado.
Las Tres Marías forman el Cinturón de Orión y, colgando de ese cinturón imaginario, se encuentra la espada de Orión que se ve como una nube de polvo y luz. Esa es la nebulosa M42, la que estamos buscando.
¿Qué podemos observar en la nebulosa de Orión?
Encontraremos a Theta 1 Orionis que es una estrella binaria que se encuentra dentro del Cúmulo del Trapecio dentro de la nebulosa, al Theta 2 Orionis que es un sistema de múltiples estrellas, Proboscis Maior y Proboscis Minor que se ven como si fueran dos alas de polvo oscuras con zonas luminosas. También podemos observar a Sinus Magnus que es una zona oscura situada en el centro de la nebulosa formada por hidrógeno y polvo.

La nebulosa de Orión es tan luminosa y polvorienta que ha sido muy difícil para los astrónomos que la han observado poder ver sus detalles internos. Y aún así, se ha podido ver hay regiones donde se están creando tanto estrellas como planetas, ya que estos se forman del mismo material de polvo y gas que las estrellas.
La nebulosa de Orión es uno de los objetos celestes más fáciles de observar. Es por ello que resulta especialmente recomendable para aquellas personas que están iniciándose en el campo de la observación astronómica. Si estás en el lugar y momento correcto, ¡ve directo a observarla!